Ilustración de Miguel Méndez. Fotografía de Tarina Rodríguez / El País
Mientras en 2012, Alfredo Volio Pérez presidía el Banco Nacional de Costa Rica, el mayor banco estatal del país con operación comercial, la piñera Upala Agrícola S. A., una empresa de la que es presidente y accionista, estaba debiendo dos meses de aportes a la seguridad social de sus trabajadores por un valor de 72,3 millones de colones (unos 140 mil dólares de la época), los cuales pagó con retraso. Los aportes tardíos de la piñera han sido una práctica reiterada, según reporta la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Upala Agrícola también había incumplido el pago del impuesto de renta del año 2009. No obstante, la Dirección de Tributación logró constatar la deuda hasta años después, gracias a una fiscalización.
En aquel 2012, mientras la piñera no encontraba los recursos suficientes para pagar sus obligaciones con el Estado costarricense, Upala Investments S.A., dueña de Upala Agrícola, recibió una inyección de capital de casi 20 millones de dólares. Esta compañía, sin embargo, estaba fuera de la fiscalización de las autoridades en Costa Rica, pues era una sociedad offhsore creada en Panamá en 2008 por la firma legal Alemán, Cordero, Galindo & Lee, más conocida como Alcogal. El exministro Volio figuraba como accionista y presidente de la junta directiva de la Upala panameña.
“La inyección de capital”, explicó Volio en respuesta escrita a este equipo periodístico, “se utilizó en su totalidad para la adquisición de otra operación agrícola que amplió la capacidad productiva a los niveles actuales y no tiene relación con el flujo operativo de la empresa”.
Volio aparece vinculado además con otra empresa offshore panameña: Northern Fields S.A., que también fue creada en 2008 pero, según el exministro, nunca estuvo activa.
La situación de la piñera y sus vínculos con las empresas offshore, que hasta ahora, no habían salido a la luz pública, fue hallada por Costa Rica Noticias Canal 13 y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), luego de revisar miles de documentos internos de 14 bufetes legales especializados en gestionar sociedades offshore en Panamá y otros países. La revelación hace parte de la investigación Pandora Papers, que lideró el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Una fuente anónima compartió con ICIJ 2,94 terabytes de registros financieros confidenciales, en lotes separados a lo largo de varios meses, que suman más de 11,9 millones de documentos. Bautizados como los Pandora Papers, estos documentos que datan de entre 1996 y 2020, y están en inglés, español, chino, griego, ruso, entre otros idiomas, revelan conexiones con sociedades y negocios en más de 200 países y territorios. La colaboración de más 600 periodistas hizo posible investigar cientos de ellos, simultáneamente en 117 países.
Dinastía banquera y agrícola
Volio había salido del gobierno de Óscar Arias (2006-2010) hacía poco más de un año cuando compró la empresa tica, Upala Agrícola S.A., ese mismo 2008 en que creó su tenedora, Upala Investments, en Panamá. En ese segundo mandato de Arias, él había ocupado simultáneamente los cargos de ministro de Economía y de Agricultura y Ganadería.
La Upala costarricense, que exporta piñas de la variedad dorada a Estados Unidos, Italia, España, Turquía y más recientemente a China, tiene más de dos mil hectáreas sembradas en el distrito de Yolillal, en el norte del cantón de Upala en Alajuela, muy cerca de la frontera con Nicaragua. En 2017, la compañía estaba en el puesto número 12 de las principales empresas agroexportadoras del país, siendo la piña el segundo producto agrícola más exportado.
Alfredo Volio Pérez fue miembro de la junta directiva del Banco Nacional durante 14 años. En 2013 dio una entrevista sobre la asociación solidarista del banco.
Volio, quien además de agroexportador fue miembro de la junta directiva del Banco Nacional durante 14 años, ocho de ellos como su presidente (primero entre 1994 y 2002 y luego entre 2010 y 2014), pertenece a una reconocida dinastía costarricense en la que se combinan política, finanzas y agricultura. Su abuelo Alfredo Volio Mata fue vicepresidente del país, secretario de agricultura y diputado, mientras su padre Alfredo VolioEscalante fue, antes que él, directivo del Banco Nacional de Costa Rica.
El empresario Volio Pérez también fue vicepresidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep). Incluso, como activista gremial, se salió del gobierno Arias para ponerse al frente de la campaña a favor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que fue aprobado después de ganar un referendo en octubre de 2007, y con el cual el sector piñero formalizó el acceso al mercado más grande del mundo sin pagar aranceles.
Además, fue donante de la campaña de Arias y fiscal de la Sociedad Arias Presidente S.A. que la impulsó. Aunque se desvinculó del sector público en el 2014 cuando dejó la directiva del Banco Nacional, se ha mantenido conectado con la política: en las últimas elecciones presidenciales fue integrante del equipo económico del candidato evangélico Fabricio Alvarado.
Bienestar sí, pero con retrasos
En las respuestas escritas a las preguntas de esta alianza periodística, Volio dijo que “el bienestar de los casi 1.000 colaboradores de Upala Agrícola y sus familias, así como del desarrollo social del cantón de Upala han sido siempre las prioridades de la empresa, por eso todos cuentan con el 100% de la seguridad social”. Explicó que, como cualquier empresa, han enfrentado momentos difíciles y crisis económicas a lo largo de los años, pero que “sin embargo nunca ningún colaborador ha tenido un atraso en el pago de planilla o de cobertura de seguridad social”.
No obstante, los registros de la Caja Costarricense de Seguro Social3 muestran un reiterado incumplimiento de la piñera con sus obligaciones con la seguridad social y, por lo tanto, con sus trabajadores. Según las cuentas de la CCSS, del 2015 a la fecha Upala Agrícola ha tramitado nueve arreglos de pago por estar morosa con montos que han ido desde los 72 millones de colones (unos 140 mil dólares) en 2015, hasta los 695 millones en agosto de 2020 (equivalentes a 1 millón 170 mil dólares de entonces). Actualmente, la empresa no aparece morosa aunque sigue pagando las cuotas por arreglos de pago de periodos anteriores.
No solo la empresa de Volio se ha venido atrasando constantemente en los pagos de seguridad social a sus trabajadores.
Upala Agrícola S. A. tuvo incumplimientos con el pago del impuesto de renta durante el 2009. Sin embargo, esto fue descubierto por la Dirección de Tributación años después, al realizar una fiscalización a la compañía. Una parte de esa deuda (62,4 millones de colones, unos 108 mil dólares de la época) le fue perdonada en el 2019 por la amnistía tributaria que aprobó la Asamblea Legislativa.
Ante consultas de esta alianza periodística, la Dirección de Tributación indicó que, tras la fiscalización, la empresa empezó a pagar en montos periódicos a partir de febrero del 2017.
La Dirección de Tributación no reveló el monto total adeudado por la compañía, pero sí confirmó que, en los pagos de los meses de enero y febrero del 2019, Upala Agrícola se benefició de la amnistía tributaria. Esta le eximió del pago de intereses a quienes cancelaran montos adeudados al fisco, sin necesidad de solicitarlo.
Upala Agrícola S.A. pagó 50 millones de colones (unos 87 mil dólares de la época) en cinco abonos de 10 millones de colones cada uno. A la vez, se le condonaron 62,4 millones de colones de intereses.
Consultado sobre la deuda con el fisco, Volio contradijo los datos de Tributación. “Debe existir algún error en esta información ya que Upala Agrícola NUNCA se ha acogido y mucho menos beneficiado de algún tipo de amnistía tributaria”, dijo Volio cuando se le preguntó por esta información. “Incluso se han dado auditoríias de Tributación Directa y toda la relación tributaria ha estado en perfecto orden y concordancia con las obligaciones”.
Preguntado nuevamente sobre la información de Hacienda, el empresario replicó: “Le insisto en la respuesta anterior; Tributación no le ha condonado nada a Upala Agrícola y la empresa se encuentra completamente al día en sus obligaciones tributarias. Desconozco su fuente de información ya que por canales oficiales no podrían decir algo así”.
Después de la segunda respuesta de Volio, este equipo chequeó de nuevo con el Ministerio de Hacienda y se sostuvo: “El contribuyente afirma que no se acogió a la amnistía porque realiza las cancelaciones mediante recibos de pago, en los que se aprecia el monto de la cuota desglosado entre principal e intereses. Sin embargo, al coincidir estos pagos con el periodo de amnistía, el monto total se aplicó al principal. Es decir, no se le cobraron los intereses”.
Las opacas offshore
La vinculación de la familia Volio con empresas offshore tampoco es nueva. En setiembre de 2012, Alfredo Volio Escalante (padre de Volio Pérez) escribió a una empleada de otro bufete legal panameño, Mossack Fonseca, solicitando crear una empresa en Panamá para pagar menos impuestos, según reveló Noticias Univision en 2016 en el proyecto periodístico de los Panama Papers, también de ICIJ, la organización mediática que revela ahora los Pandora Papers.
“El propósito de esta sociedad panameña es el de que ingresen a ella montos por comisiones de negocios varios, de compra-venta de productos tales como carne, leche, azúcar, etc. Deseamos tener una protección fiscal, ya que en Costa Rica las cargas tributarias son muy pesadas”, escribió Volio padre en 2012. No obstante, esa offshore no se llegó a constituir.
Cuando Univisión le preguntó a Volio Pérez por las gestiones de su padre, dijo que las desconocía y que no tenía relación con sus negocios. “Él me explicó que fue una consulta que hizo por recomendación de un abogado local, pero no se abrió nada. Le puedo asegurar que como productores y exportadores, cumplimos con todas las normativas del país”, respondió.
Aunque el ex ministro defendió a su padre con el argumento de que finalmente no había creado ninguna sociedad en un paraíso fiscal, lo que no se sabía entonces es que Volio Pérez (hijo) llevaba en ese momento casi ocho años vinculado a dos sociedades de este tipo en Panamá.
Una sociedad offshore es una empresa de papel creada en países donde no tiene ninguna actividad económica y donde no se cobran impuestos –o se cobran muy pocos- — sobre rentas, utilidades, comisiones, compra de propiedades, etc. Por lo general, quienes constituyen estas sociedades son los funcionarios de las proveedoras de estos servicios, mientras que los accionistas y beneficiarios finales permanecen ocultos.
Estos solo se conocen, como en este caso con Alfredo Volio Pérez, cuando se ha tenido la rara oportunidad de acceder a los documentos internos de las firmas legales que proveen las offshore. Así, el 8 de octubre de 2008, funcionarios asociados a la creación de centenares de empresas para Alcogal, constituyeron ante notario en Panamá, las empresas Upala Investments S.A. y Northern Fields S.A
Las dos empresas fueron registradas con una estructura idéntica: Alfredo Volio Pérez aparecía como presidente, Lionel Peralta Lizano como secretario, Vicente Ignacio Pérez Recao como tesorero y OdetteCarolina Pérez Recao como fiscal. En los dos casos aparece el bufete legal costarricense Zürcher, Odio & Raven como corresponsal, es decir como representante de los socios de ese país.
Consultado por esta alianza periodística sobre las sociedades que administró para Volio y otros muchos clientes, Alcogal respondió en una carta a ICIJ -consorcio que lideró la investigación de Pandora Papers- que “cumple debidamente con todas las leyes en las jurisdicciones donde opera y siempre ha sido nuestra política cooperar plenamente con las autoridades competentes cuando estas lo solicitan”.
La firma panameña explicó además que son “abogados profesionales y respetuosos de la ley que, con trabajo arduo y profesionalismo, hemos construido una exitosa firma de abogados, así como un reputado negocio de constitución de sociedades con oficinas en muchas partes del mundo”, añadiendo que renuncian a representar clientes en casos donde sospechan que esté involucrado en lavado de activos, financiación del terrorismo u otras actividades ilícitas. “No solo nunca hemos sido acusados y mucho menos condenados por actividades ilícitas, sino que los resultados de las inspecciones reglamentarias a las que nos sometemos regularmente son la mejor prueba del rigor de nuestro trabajo de cumplimiento”.
Al respecto de la utilidad de crear esta offshore, el exministro negó que tuviera alguna motivación de eludir impuestos y como única explicación de su razón de ser dijo: “La sociedad Upala Investments S.A. siempre sirvió únicamente como tenedora (holding) del 100% de las acciones de Upala Agrícola S.A. El grupo multinacional de socios tomó la decisión de utilizar una estructura societaria en Panamá por ser una plaza mejor conocida en el ámbito internacional”.
Para el ex viceministro de Hacienda, consultor y académico universitario, Fernando Rodríguez, Costa Rica ofrece muchas ventajas y estabilidad política e institucional a los inversionistas extranjeros. Por ello, afirma, si la operación productiva de una empresa se hace en Costa Rica no tiene mayor sentido establecer una holding en Panamá.
“Las empresas no se mueven por el mundo por otra razón que no sea minimizar las cargas de diferentes tipos, sea costo de producción o las cargas tributarias”, dijo, sin referirse a ningún caso en particular.
Socios de toda la vida
Volio y Peralta tienen vínculos de vieja data con la piñera costarricense Upala Agrícola S.A: Volio Pérez es el presidente de la empresa frutícola y Lionel Peralta fue su secretario hasta agosto de este año, cuando ese puesto lo asumió el abogado Alberto Raven Odio del bufete Zürcher, Odio & Raven, según el Registro Nacional de Costa Rica.
Preguntado al respecto, Alfredo Volio dijo que Lionel Peralta ha sido amigo cercano suyo de toda la vida y que también fue directivo de Upala Investments y Upala Agrícola, pero que hoy día no es director de ninguna. No dijo por qué.
Los otros directivos de las empresas panameñas son los hermanos Vicente Ignacio y Odette Carolina Pérez Recao, provenientes de una conocida familia empresarial de Venezuela, cuyo tío fue uno de los arquitectos creadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y a quien, por ese motivo, el New York Times alguna vez bautizó “el padre improbable del poder árabe”. Otro hermano suyo, Isaac Pérez Recao, ocupó los titulares de la prensa venezolana hace dos décadas cuando salió a la luz pública que había sido intermediario y facilitador del fallido golpe de estado contra Hugo Chávez en 2002, cuya cabeza visible fue Pedro Carmona.
En sus respuestas escritas al cuestionario de esta alianza periodística, Volio contó que “la familia Pérez Recao ha tenido inversiones en Costa Rica desde inicios de la década de 1970 cuando compraron una finca dedicada a la producción lechera en Cartago y han sido conocidos de mi familia desde aquel momento”.
Los archivos de Alcogal a los que tuvo acceso esta alianza periodística tienen poca documentación de Northern Fields, la otra offshore abierta por Volio en 2008, pero sí abren una ventana al funcionamiento de Upala Investments.
La documentación obtenida solo muestra el listado de accionistas de esta sociedad panameña un año después de inscrita. En octubre de 2009, aparecían como accionistas 18 sociedades.
Volio además explicó que “la sociedad Upala Investments tuvo distintas estructuras de socios a través de los años, por entrada de nuevos socios o salida de algunos” y que “incluso entre la familia Pérez Recao se dieron compra-venta de acciones de Upala Investments”.
Los 19,9 millones para crecer
Unos años después de creada Upala panameña, el 28 de noviembre de 2012 se reunieron Volio y su socio Vicente Pérez Recao en San José, Costa Rica.
En esa reunión, como directivos y accionistas, resolvieron aumentar el capital de la sociedad panameña hasta 19,9 millones de dólares, divididos en idéntico número de acciones, según consta en una certificación de Alcogal.
Según esa misma acta, Volio y Pérez Recao acordaron reestructurar la junta directiva de Upala Investments, incorporando a una decena de personas nuevas en la sociedad. Al menos cinco de los directivos aparecen conectados a otras sociedades offshore.
Al respecto de estos nuevos directivos, Alfredo Volio explicó que “como toda sociedad cuyo objetivo es invertir, en Upala Investments S.A. participaron en su directiva los socios de la misma como representantes propietarios y suplentes”. Además, informó que la ampliación de capital se había realizado para “adquirir otra empresa dedicada al mismo giro” en la zona de Upala. Esa compañía, detalló posteriormente, se llama Agrícola del Valle y fue adquirida con fondos aportados por los socios e instituciones financieras internacionales, pero no detalló cuales.
El exministro no explicó por qué, habiendo tenido Upala Investments S.A., (la tenedora del total de las acciones de Upala Agrícola en Costa Rica), una capitalización semejante en 2012, la empresa tica no pudo ponerse al día con deudas que tenía con el fisco desde 2009, y sí en cambio consiguió el dinero para ampliar sus inversiones.
“Cómo le mencioné, el 100% de la actividad agrícola y comercial es realizada por Upala Agrícola, S.A”, dijo. “La estructura legal de la tenencia de las acciones no tiene ninguna relación con la realidad operativa de la empresa costarricense. La sociedad costarricense nunca ha repartido dividendos a la sociedad panameña, ya que el 100% de las utilidades se han reinvertido en la operación agrícola”. Y más tarde insistió en que “la estructura legal de la tenencia de las acciones no tiene ninguna relación con la realidad operativa de la empresa costarricense”.
Versiones que no coinciden
En 2013, tras una reunión de directivos de Upala Investments, quedaron como propietarias de Upala panameña diez sociedades, que sumaban 19,900,796 acciones. Es decir, las equivalentes a los 19,900,796 dólares de capital ampliado de la sociedad. La legislación panameña no obliga a conocer quiénes son los beneficiarios últimos de esas diez sociedades que poseen las acciones de Upala Investments.
Al preguntársele sobre detalles de sus clientes y las sociedades offshore que les manejaron, Alcogal dijo que “responder a sus preguntas, o rectificar o aclarar sus afirmaciones, en la medida de nuestras posibilidades, podría suponer una violación de las leyes y de nuestros deberes éticos hacia nuestros clientes. La ley nos prohíbe expresamente revelar públicamente información sobre beneficiarios finales o accionistas, o confirmar si se ha presentado o no un SAR (informe de actividades sospechosas), salvo a las autoridades competentes”.
Oficinas de Alcogal en la ciudad de Panamá. El bufete declaró que por principios éticos y disposiciones legales se no pueden revelar información vinculada con sus clientes. Foto: Tarina Rodríguez / El País
Este equipo periodístico pudo constatar que GM Ganadera Miravalles S.A., que contaba con 646 mil acciones de Upala Investments S.A. en el cuadro de 2013, está registrada en Costa Rica desde 2004, según consta en el Registro Nacional. Como presidente aparece el ex ministro Volio y como secretaria, su esposa Ana Elena Guerrero Vargas.
Lo mismo ocurre con Grupo Transax S.A., una empresa que estuvo activa en Costa Rica desde 2007 y fue disuelta en 2020, según certificó el Registro Nacional. Esa fue una de las empresas que figuraba como accionista de Upala Investments hasta 2013 y el ministro Volio aparecía como su presidente.
El empresario Volio aceptó que, en efecto, Ganadera Miravalles ha sido una compañía familiar desde hace años y que el Grupo Transax “fue socio de Upala Investments al inicio y cerrada años después”.
Según el Registro Público de Panamá, Upala Investments sigue activa y Volio fue designado vicepresidente y director propietario desde junio del 2018. El siguiente cambio de directores se hizo en 2020 y se protocolizó en marzo de 2021, y en esa última reforma cambiaron presidente, secretario y representante legal de la empresa, y designaron como agente residente en Panamá a la firma Abogados Guardia & Co. Aunque según el Registro en esa ocasión no se acordó nada respecto al vicepresidente, Volio dijo que dejó de ser directivo de Upala Investments el 17 de setiembre del 2020 ante asamblea de socios.
Volio Pérez aseguró que desconoce el estatus actual de Upala Investments S.A. “Yo no soy directivo de la misma”, dijo y explicó que “hace aproximadamente un año, la empresa Upala Investments S. A. vendió su participación en Upala Agrícola. S. A.”
La Upala tica
La piña es el segundo producto de mayor exportación agrícola en Costa Rica, solo superado por el banano. En 2020, las ventas de este producto al exterior le trajeron divisas al país por más de 888 millones de dólares. Hay 40.000 hectáreas cultivadas con piña que dan empleo a 28.000 personas. De ahí que compañías como Upala Agrícola S. A. tengan tanta relevancia.
La piñera de Volio tomó el nombre de Upala Agrícola en 2010, que anteriormente se llamaba Compañía Agrícola S.A. En setiembre de ese mismo año se fusionó con Cultivos Orgánicos de la Zona Norte, según consta en una escritura pública del 1 de setiembre del 2010, del notario Guillermo Solórzano Marín.
En esa escritura, se indica que la sociedad panameña Upala Investments S. A. es propietaria de la totalidad de acciones de la tica Upala Agrícola S. A, que tenía un capital social de 7.419.570 dólares, y también de la totalidad de acciones de Cultivos Orgánicos de la Zona Norte.
Después de fusionadas estas dos compañías, prevalece Upala Agrícola y a su capital social se le suman 19 dólares que correspondían al capital social de Cultivos Orgánicos de la Zona Norte.
Acto seguido, Volio y Peralta acordaron emitir un nuevo certificado de la totalidad de acciones de Upala Agrícola a favor de la accionista panameña Upala Investments, S. A.
Para hacer todas estas gestiones ante el notario, Volio y Peralta se presentaron como apoderados especiales de Upala Investments.
Según el exministro y expresidente del Banco Nacional de Costa Rica, no hay contradicción alguna entre sus negocios privados y el papel que ha tenido como funcionario público.
Parafraseando a una de las integrantes de la comisión especial legislativa de la Asamblea de Costa Rica que en 2017 analizó el impacto de las compañías offshore sobre las finanzas del Estado a raíz de la publicación de los Panamá Papers de ICIJ realizada un año antes, le preguntamos a Volio cuál era la lógica que primaba para él, si la de la defensa de las finanzas públicas, “pues cada cinco que se deja de pagar en Costa Rica afecta directamente el bienestar de la ciudadanía en general”, o la otra lógica, la privada de “disminuir al máximo en el marco de lo legal la contribución a las finanzas públicas”.
“Ninguna de las dos, ya que Upala Agrícola ha cumplido siempre con sus obligaciones tributarias”, contestó Volio.
Y luego explicó que en los reportes de beneficiarios ante el Banco Central, siempre consignó a Upala Investments como la dueña de Upala Agrícola, y que este hecho no exime a la empresa tica de sus obligaciones tributarias en el país. “Upala Agrícola ha cumplido a cabalidad con estas obligaciones y rechazamos cualquier insinuación que la estructura legal establecida por los socios mayoritarios tuviese motivos fiscales”, dijo.
A pesar de las aseveraciones de Volio, aun sabiendo que la Upala panameña era la tenedora de la tica, las autoridades tributarias no podían saber quiénes eran los dueños verdaderos –múltiples y cambiantes – de la empresa offshore.
El exministro asegura que Upala siempre ha cumplido a cabalidad con sus obligaciones, pero documentos de Hacienda y de la Caja de Seguro Social muestran que la empresa presentó demoras en cumplirlas a tiempo y que se benefició con una condonación de intereses. En cambio, lograron conseguir el capital necesario para ampliar la operación en la región de Upala.
Esta investigación periodística fue realizada por Contracorriente y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) en el marco del proyecto Pandora Papers del International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ).