El partido político español, Vox, orquesta un coro de voceros de la derecha extrema en América Latina, que repiten el mantra del fraude electoral. Cuando el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro no consigue la reelección en 2022, telarañas tejidas en años de relaciones cercanas con Trump y sus estrategas del uso de la mentira como arma central de la política, se activan revirando, también falsamente, que el sistema electoral estaba sesgado en su contra e incitan a un golpe de Estado. Mientras tanto, la agencia atómica rusa, trae consultores con sigilo a Bolivia para ayudarle a Evo a ganar una elección y asegurarse así licitaciones de minas de litio.
Es legítimo propagar ideas del viejo continente al nuevo; ha venido sucediendo por centurias. También por décadas los estadounidenses han promovido sus intereses económicos con la publicidad. ¿Qué es diferente entonces en estas historias actuales?
Para empezar, los dogmas de la extrema derecha de los fieles de Vox y de Trump han sido construidos sobre mentiras. Además, los ciudadanos ya no pueden distinguir publicidad y propaganda de opinión auténtica o de noticias, porque vienen en trinos de aparentes personas reales o de medios cuyo propósito parece ser sólo periodístico.
También es distinto hoy, cuando un mensaje llega al otro lado del planeta en una milésima de segundo. No hay tiempo de decantarlos y menos cuando estos apuntan con certeza a los miedos y odios de los ciudadanos. Encima los algoritmos que los distribuyen premian a los extremos.
La permanente siembra de duda en los sistemas electorales –de Vox desde Europa y de los trumpistas desde Estados Unidos –erosiona la poca confianza de la gente, confunde, y enciende la rabia con velocidad. En Brasil contribuyó a un intento de golpe de Estado y la justicia ha culpado a los desinformadores como co-responsables de ese fiasco. Pero éstos no se dan por vencidos. Un bloguero bolsonarista perseguido, por ejemplo, por incitar a la revuelta del 8 de enero pasado en Brasilia siguió su saga desinformadora en la campaña electoral en Paraguay.
En esta cuarta y última entrega de Mercenarios Digitales, podrán seguir el rastro y las evidencias que hallamos tras estas agendas políticas engañosas de exportación.
Quienes hicieron posible esta investigación
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Coordinación general e investigación: Pablo Medina y José Luis Peñarredonda
Edición general: María Teresa Ronderos
Asesoría editorial: Giannina Segnini
Edición e investigación: Juliana Dal Piva, Ángela Cantador, Iván Ruiz y Ernesto Rivera
Gerencia: Emiliana García
Producción general: Luisa Fernanda López Arias
Tecnología y seguridad digital: Rigoberto Carvajal, Sairo Alemán, Armando mora y Jair Robelo
Audiencias y redes Sociales: José Luis Peñarredonda, Martha Irene Sánchez y Mayra Báez
Desarrollo web: Diego Arce
Linea gráfica e ilustraciones: Miguel Méndez
Realización de video: Luis Gabriel Morales
Animaciones: Conejo Blanco!!
Traducción: Matías Godoy
Los Aliados
Animal Político: Siboney Flores y Arturo Daen – México
Cazadores de Fake News: Adrián González Héctor Mazzarri y Kárlah Acosta – Venezuela
Contracorriente: Celia Pousset, Aldo Salgado y Jennifer Avila – Honduras
Cuestión Pública: Andrea Rincón, Valeria Báez, Camilo Vallejo Giraldo, LauraSofía Polanco, Heidy González, Sergio Retavisca y Natalia Gómez – Colombia
Confidencial – Nicaragua
ColombiaCheck: Alexander Campos – Colombia
CRHoy – Jimena Soto, Johel Solano, Erick Carvajal – Costa Rica
Chequeado: Manuel Tarricone y Martín Slipczuk – Argentina
DFRLab – EEUU
Factchequeado: Carjuan Cruz – EEUU
El Surti: Maximiliano Manzoni y Juliana Quintana – Paraguay
Fundación Karisma – Colombia
GK: Isabela Ponce y Susana Roa Chejín – Ecuador
Interferencia: Hulda Miranda y David Bolaños – Costa Rica
Interpreta Lab – Chile
LaBot: Francisca Skoknic e Ignacia Velasco – Chile
Laboratorio Ciudadano: Aldo Salgado y Nincy Perdomo – Honduras
La Diaria: Javier Revetria y Leandro Fernández – Uruguay
Lado B: Ernesto Rivera y Diego Bonilla – Costa Rica
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad: Eduardo Buendía y Emiliano Fernández – México
Ocote: José David López Vicente (investigación y texto) Carmen Quintela Babío (edición) y Óscar Donado (ilustración) – Guatemala
OjoPúblico: Gianfranco Huamán, Aramis Castro, Delsy Loyola y Nelly Luna Amancio (edición) – Perú
Agência Pública: Laura Scofield, Alice Maciel y Natalia Viana (edicion) – Brasil
República 18: José Cardoza – Nicaragua
UOL: Juliana Dal Piva, Gabriela Varella, Naomi Matsui, Leonardo Martins, Lúcia Valentim Rodrigues (Edición) – Brasil
Colombia: Ares Biescas
Bolivia: Carolina Méndez y Sabrina Lanza
Con apoyo financiero de Free Press Unlimited, el programa Redes contra el silencio (ASDI), Seattle International Foundation y Rockefeller Brothers Foundation