Los trabajadores de nueve países de América Latina han ahorrado más de 500 mil millones de dólares en fondos de pensiones. La mayor parte de su dinero es administrado en cuentas individuales por firmas privadas. Las conocen como Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en Chile, Perú, Colombia, El Salvador y República Dominicana; como Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional en Uruguay (AFAP); Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE) en México; y Operadoras de Pensiones Complementarias (OPC) en Costa Rica. Cada trabajador aporta una parte de sus ingresos mensuales a una administradora de fondos pensionales -en ocasiones el empleador hace parte o todo el aporte- y ésta recibe una comisión por invertir estos fondos en diversos negocios rentables. Chile fue el país pionero en montar este sistema hace 40 años y casi todos los países siguieron su ejemplo, salvo en Panamá, donde la protesta de los ciudadanos hizo imposible que entraran los privados a administrar esos dineros de los trabajadores.
¿A dónde están invertidos estos ahorros para las pensiones? ¿Qué actividades han financiado los trabajadores por años? A dónde va mi pensión, una investigación regional, realizada con la colaboración de periodistas, especialistas en fondos de inversión, actuarios y programadores, apunta a responder estas preguntas básicas. Quizás descubras que el dinero que estás ahorrando para cuando te jubiles se ha invertido en financiar a empresas que probablemente no habrías querido financiar de haber podido decidirlo, como por ejemplo, unas que han violado las leyes ambientales o laborales u otras que han sido sospechosas de participar en actos de corrupción.
Esta investigación además desarrolló una herramienta que puedes usar para saber a donde se han invertido tus aportes a la jubilación. Tú escoges país y nombre del fondo de pensión al que aportas, y éste te dice año por año, a dónde está invirtiendo este fondo.
Se encontraron tres perfiles de inversión: en Chile, Perú y Colombia el dinero de las pensiones se ha invertido fundamentalmente en emprendimientos privados nacionales o extranjeros; y en El Salvador, Panamá, República Dominicana y Costa Rica, éste se ha ido sobre todo a comprar deuda pública local, es decir, a financiar a los estados; y en Uruguay y México, los fondos de retiro se han ido en parte al sector privado, y en parte a comprar bonos de deuda pública, con el agravante de que en estos países la información sobre cómo se invierten los dineros de los trabajadores no es pública, no es transparente.
Adonde va mi pensión también explica por qué después de cuatro décadas de este sistema, quienes se retiran después de ahorrar toda una vida, incluso habiendo tenido ingresos altos, ahora se dan cuenta que las pensiones que les están dando los fondos no alcanzan para vivir dignamente. Es un reclamo que se ha sentido con fuerza en las protestas callejeras de varios países de los últimos años. Y al parecer, el primer país que tiene en su agenda desmontar este sistema es precisamente Chile, el mismo que lo inauguró.