El 27 marzo, aprovechando los primeros desembolsos para la contención del COVID19, la municipalidad de Villa Nueva adjudicó cinco contratos a una misma empresa: NANDI S.A. por un total de Q1.5 millones. Con este dinero se encargaron 5,000 galones de jabón, 600 trajes de bioseguridad y 2,330 galones de alcohol puro al 99%, además de 2,500 dispensadores, 8,000 lentes de protección y 180 termómetros.
En cada uno de estos cinco eventos entregados a NANDI S.A.se presentaron proveedores que ofrecían precios inferiores y marcas específicas en la cotización. Sin embargo, esta empresa, a pesar de ofrecer precios más altos, y de no indicar la marca de los productos, ofreció tiempos infalibles: dos y tres días para la entrega de los productos.
Ni antes ni después de esas ventas, NANDI S.A. ha vuelto a proveer de ninguno de estos productos, a excepción de lentes de protección al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) de San Benito, Petén, cuyo precio por unidad, en todo caso, fue un veinte por ciento más económico que en Villa Nueva.
Desde su fundación, esta empresa se había dedicado a vender material de oficina, aunque cada año, una de las empresas vinculadas al propietario de la proveedora, Walter Coronado Dávila (fallecido en 2016) y su familia, realiza alguna venta millonaria al Estado. En 2011 Coronado Dávila fue cuestionado cuando su empresa Millenium S.A. proveyó de molinos de nixtamal por Q30 millones sin competencia.
Trajes de bioseguridad hasta ocho veces más caros
Entre las compras realizadas por la Municipalidad de Villa Nueva con motivo de la contención del coronavirus, se encuentran 600 trajes de bioseguridad descartables, con un costo total de Q300,000 (NOG 12301558) El precio unitario por la talla M es de Q250, por la talla S Q280 y por la L Q410.
Para esta oferta, NANDI S.A. fue el único oferente y, por las prerrogativas del Estado de Calamidad, la Municipalidad de Villa Nueva se pudo saltar la ley de compras y contrataciones del Estado y no necesitar más cotizaciones para otorgar el contrato.
Pero, según el cotejo de adquisiciones de otras entidades del Estado publicadas en Guatecompras, los insumos comprados por la municipalidad de Villa Nueva cuestan dos, tres, cuatro y hasta ocho veces más.
El Hospital Nacional de Chimaltenango, por ejemplo, compró en abril 1350 trajes descartables, a Q52 la unidad para todas tallas indistintamente, devengando un total de Q70,200. Es decir, el hospital de Chimaltenango pagó cuatro veces menos por 1300 trajes que la municipalidad de Villa Nueva por mil.
Otro ejemplo es el Hospital General de Enfermedades del IGSS que compró 1200 trajes descartables, por un total de Q108,000. Aquí el costo unitario fue de Q90.
El IGSS de Chiquimula también compró 1000 trajes (NOG 12354295) a Q75.5 cada uno, y pagó un total de Q75,500. La marca del producto, según el proveedor contratado, es Kimberly-Clark. Y las especificaciones detalladas en la compra de Chiquimula son las siguientes:
Traje de bioseguridad. Uso: protección corporal y resistente a químicos; material: tela no tejida libre de silicón; talla: l; diseño: gorro y muñequera con elástico, costura termosellada y cierre de doble solapa.
Los trajes que compró la municipalidad de Villa Nueva, según informó Julio Vásquez, portavoz de esta comuna, también son de la marca Kimberly-Clark. Las especificaciones de la municipalidad de Villa Nueva son las siguientes:“Traje descartable estéril de uso hospitalario”.
Es decir, el IGSS de Chiquimula pagó 75 quetzales por cada traje de marca Kimberly-Clark, con las especificaciones arriba descritas. Villa Nueva pagó hasta Q410 por cada traje de la misma marca.
Compra de alcohol contravino bases de cotización
Otra de las adjudicaciones de Villa Nueva fueron 2,330 galones de alcohol puro al 99% (NOG 12296627). En esta compra, hubo dos oferentes y, a pesar de que tanto en el precio como en el tiempo de entrega el oponente presentaba mejores condiciones, la municipalidad entregó el contrato a NANDI S.A. en este caso por Q299,405.
En este caso, según los criterios de calificación de esta oferta, tenía 30 puntos el proveedor que ofreciera el precio más bajo, 50 quien entregará antes el producto y 20 el que certificara una fecha amplia de caducación. La empresa Live tenía mejores puntajes en los tres criterios, por lo que debería haber recibido 100 puntos.
Para el alcohol puro al 99% no hay ninguna compra referente a COVID-19 en Guatecompras que haya requerido este producto, por lo que no se pudieron establecer comparaciones con otras entidades.
Vivian Gómez, jefa del área de salud de la municipalidad de Villa Nueva, fue la encargada, según la documentación publicada en Guatecompras, de solicitar y girar las órdenes para estas adquisiciones. Se le preguntó por la adquisición de alcohol puro y por el hecho de que ninguna otra entidad haya solicitado este tipo de alcohol:
-Fíjese-, explicó Gómez-, le voy a comentar: cuando se hizo esa recepción de insumos de lo que íbamos a utilizar, se había pensado adquirir una máquina para preparación de glicerina, para hacer alcohol gel preparado. Pero ya no lo logramos, entonces decidimos quedarnos solamente con el alcohol porque ya se habia hecho la solicitud.
-¿Ese alcohol ahora lo están utilizando para el covid?- se le preguntó.
-Bien, se está utilizando. Lo único que estamos haciendo es que se está preparando porque viene muy fuerte, y se está preparando para poderlo utilizar, para que sea aplicable en manos y no les dañe sus manitas- dijo la funcionaria.
Es decir, la municipalidad de Villa Nueva encargó 2,330 galones de alcohol puro y pagó por ellos Q300,000 en un municipio con altos índices de pobreza. Ahora estos galones de alcohol deben rebajarlos para poderlos suministrar a la población.
Muchos galones de jabón sobrevalorados
Vivian Gómez también fue la encargada de solicitar, para contener el avance del COVID-19, 5,000 galones de jabón gel, una compra que fue otorgada el 27 de marzo a NANDI S.A. una vez más por Q350,000 (NOG 12296406)
En este caso figuraban tres proveedores, dos oponentes con ofertas más baratas y sin embargo, la adjudicación nuevamente fue entregada a NANDI S.A.
De la misma manera a las compras de alcohol y trajes, el tiempo de entrega era el valor que más contaba en la calificación y NANDI fue nuevamente la adjudicada.
En el caso de esta compra llama la atención la cantidad adquirida: 5000 galones, al compararlo por las compras realizadas por otras entidades de salud del Estado con motivos del COVID-19. En estas compras, nuevamente, los precios por unidad son inferiores a los adquiridos por la municipalidad de Villa Nueva.
El 24 de marzo, el área de Salud de Suchitepéquez compró 500 galones de jabón en gel, cada uno a Q20 (NOG 12298484), más de tres veces más barato al jabón adquirido por Villa Nueva, a Q70.
Por su parte, el Área de Salud de Petén Sur Oriente, del Ministerio de Salud, compró 200 galones de jabón en gel para la emergencia, a Q48 (NOG 12297542)
El 30 de marzo el hospital nacional de Jalapa adquirió 30 galones de jabón a Q20.7 quetzales (NOG 12314765) por lo que se gastó Q621 en total.
La municipalidad de Villa Nueva, indicó que la marca adquirida era “genérica”.
Lo mismo sucede con la compra de dispensadores y lentes protectoras. La municipalidad compró, según Guatecompras, 1,200 dispensadores y 8,000 lentes protectoras, por Q300,000.
En el caso de las lentes de protección, la municipalidad de Villa Nueva fueron 8000 lentes, cada uno a Q25, para dar un total de Q200,000.
En abril aparece una venta de lentes de bioseguridad de NANDI al IGSS de San Benito, en Petén (NOG 12303615). Éste compra de 200 lentes, cada uno a Q20. Es decir NANDI S.A. vendió lentes a Q5 más caros a la municipalidad de Villa Nueva que al IGSS de San Benito. Así, con un mismo producto, y misma empresa, el foco de sobrevaloración alude a Villa Nueva.
Además, de acuerdo con Guatecompras, a esta empresa se ke había adjudicado una quinta compra por Q270,000 para la adquisición de termómetros. Finalmente esta compra fue rescindida debido a que no se recibió el producto, según informó la municipalidad de Villa Nueva.
El dueño de NANDI S.A. realizó ventas sobrevaloradas con la UNE
NANDI S.A. está a nombre de Walter Salvador Coronado Dávila, Martina Collado Martínez y Marta Eliza Coronado Collado. Esta empresa comenzó a proveer al Estado en 2006 y hasta la fecha ha recibido un total de Q30 millones.
Sin embargo, hasta 2020 ninguna de las ventas al Estado había sido por insumos farmacéuticos sino, principalmente, material de oficina. En 2017 fue contratada por el Ministerio de Educación por Q6.4 millones para la adquisición, embalaje y distribución de útiles escolares y de la valija didáctica. En 2019 cambió totalmente de rubro y proveyó en seis ocasiones de granos básicos, un producto que tampoco había vendido hasta ese momento, para el Fondo de Desarrollo Social (FODES), por Q5,316,060.
Walter Salvador Coronado Dávila, uno de los dueños de NANDI S.A. fue también propietario de la empresa Millenium S.A, con señalamientos de corrupción durante el gobierno de la UNE. Millenium fue la encargada de proveer 273,000 molinos de nixtamal en 2011 por Q30 millones. En ese momento, una investigación de elPeriódico reveló que esta adjudicación se otorgó sin competencia y que los molinos estaban sobrevalorados.
En esa investigación de elPeriódico, el propietario de NANDI S.A. aparece también como dueño de una tercera empresa:
“Unos de los propietarios de Millenium, S.A., es Walter Salvador Coronado Dávila, quien a su vez es dueño de Laper, S.A., empresa que en octubre de 2008 obtuvo un contrato por Q4 millones 279 mil 250, para vender juguetes a la Secretaría de Bienestar Social y la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep). El proceso estuvo lleno de irregularidades. El Comité Central de Acción Social (CCAS), la ONG que adjudicó esa compra se ha visto involucrado en anomalías, entre ellas malos manejos financieros.”
Además de Laper S.A aparecen otras dos empresas: Importadora Laper S.A. y Laper office and School. Marta Eliza Coronado Collado, por su parte, figura como propietaria de Dollar S.A.. Estas también se dedican, principalmente, a la venta de papelería, aunque cada año han realizado algún contrato millonario con el Estado.
Así como indica la investigación del Periódico, en 2008 LAPER, SOCIEDAD ANONIMA proveyó de juguetes a la SOSEP por Q4,279,250, a través del Comité Central de Acción Social (CCAS), una ONG que cerró debido a la falta de transparencia en los procesos.
La Importadora Laper S.A. ha sido contratada por un total de Q14,687,777 quetzales, principalmente en venta de materiales de oficina. En el caso de esta empresa llama la atención un contrato de Q7,078,624 de la SOSEP en 2012 (NOG 2275724), ya en el Gobierno de Otto Pérez Molina, en una compra de electrodomésticos.
La empresa de los propietarios de NANDI S.A. ofertaron para “LOTES DE ELECTRODOMESTICOS, MENAJE DE CASA, EQUIPO DE ENFERMERÍA, EQUIPO DE FISIOTERAPIA, EQUIPO PARA COCINA; Y MOBILIARIO Y EQUIPO”.
Marta Eliza Coronado Collado, la hija de Walter Coronado, quien también figura como propietaria de Nandi S.A. se presentó como candidata a diputada distrital por BIEN, el partido de Alfonso Portillo, por el departamento de Santa Rosa en las elecciones generales de 2019. Finalmente no fue inscrita por no haber presentado la papelería completa según consta en los registros del Tribunal Supremo Electoral.
Alcohol puro inservible y trajes para tomar la temperatura
De acuerdo a la información de Guatecompras, la municipalidad de Villa Nueva ya dio la orden de emitir el pago a NANDI S.A. por los productos adquiridos, los Q1,200,000 en trajes de bioseguridad hasta 8 veces más caros que el de otros proveedores encontrados, los 5000 galones de jabón también sobrevalorados, los 2300 galones de alcohol puro al 99% que ninguna otra entidad ha adquirido en el caso del COVID-19, los 8,000 lentes de bioseguridad o 2,300 dispensadores, cuyas cifras son demasiado altas.
Los funcionarios encargados de avalar y aprobar estas compras fueron Vivian Gómez, jefa del área de salud de la municipalidad de Villa Nueva, quien en principio debió realizar el inventario de necesidades. Además, figura la firma solicitando los pagos de César Armando Rodríguez Santos, como jefe del departamento de compras de la municipalidad de Villa Nueva. César Armando Rodríguez Santos aparece además como asesor bajo el renglón 029 del Ministerio de Gobernación desde 2017.
Vivian Gómez fue preguntada al respecto de estas compras. Esta indicó que ella firmó por protocolo pero que hubo un grupo de encargados de decidir qué productos y cantidades se iban a solicitar. “Fijese que para eso hubo un grupo de encargados. Las firmas que aparecen ahí son mías, por protocolos administrativo, porque tienen que llevar mi firma, pero sí hubo un grupo de personas que se encargó de licitar eso”, dijo Gómez.
Preguntada entonces por quién decidió que insumos se solicitarían dijo: “La propuesta de los insumos que se iban a utilizar sí participé yo, pero más cantidades, ahi lo giró lo que fue el departamento de compras, gerencia y la subdirección ¿verdad?”.
Preguntada por el alto número de lentes de protección solicitados (8000) esta dijo: “Esa fue indicación, como le digo, que se recibió por parte de ellos. Para poderle distribuir no solo al personal de salud sino también al departamento de organización comunitaria, para que pueda entregarle a personas que estén en contacto con otras personas que pueden estar expuestas”, respondió Gómez.
Esta indicó que actualmente se encuentra de baja por el embarazo. El portavoz de la Municipalidad, Julio Vásquez, indicó que ya se habían recibido todos los productos, incluso indicó que habían recibido los termómetros, cuyo contrato se rescindió. Fue preguntado sobre para qué se encargaron y quién está portando los 600 trajes.
?Se están utilizando por el personal de salud, quienes son los que están tomando la temperatura y dando el alcohol. Se están utilizando dos trajes al día. Es que lo que pasa es que son por horas, nuestras jornadas siguen siendo un poco largas, las personas los usan dependiendo su turno, dos trajes al día.
Así, dentro de esta candena de responsabilidades donde al directora del Salud de la municipalidad practicamente responde que recibió órdenes para emitir estas compras, Villa Nueva adquirió productos cuyo costo es más caro que en las áreas de salud de los hospitales, donde realmente están en contacto con los contagiados, más elevado que en las comrpas del IGGS y que el Ministerio de Salud. La Contraloría General de Cuentas será la encargada de supervisar los procedimientos en estas compras. Sin los requisitos de la Ley de Compras y Contrataciones, cada entidad y unidad está comprando los insumos por su cuenta y el dinero aprobado para compras del COVID-19 pueden terminar convirtiéndose nuevamente en un botín, como todo indica haber sucedido en Villa Nueva.