En la documentación legal brasileña sobre el caso, obtenida a través de una solicitud de información pública en Brasil, los abogados de Jaepel explicaron que estos envíos fueron necesarios debido a la interrupción del suministro de residuos de papel de los sitios comerciales e industriales y a la disminución en recolección de materiales reciclables durante la pandemia.
“[Jaepel] no forma parte de ningún movimiento u organización centrada en eludir la legislación”, explicó el abogado en una carta al juez. “Hay datos que demuestran que la importación aparece como la única alternativa capaz de mantener la producción en el contexto excepcional de la pandemia y ante los obstáculos impuestos en el mercado interno”.
Entre enero y abril de 2021, empresas de Brasil importaron más de diez veces la cantidad de residuos de papel en comparación con el mismo período de 2019, y esas importaciones comenzaron a aumentar hacia finales de 2020, según los últimos datos comerciales publicados por las Naciones Unidas (UN Comtrade). Parte de este aumento fue impulsado por una mayor demanda de envases de los minoristas en línea, un efecto que a veces se conoce como el “efecto Amazon.”
En un comunicado de prensa, Empapel, la Asociación Brasileña de Embalajes de Papel, afirma que “antes de marzo de 2020, las ventas por Internet representaban el 5,8% de las ventas en comercio digital y cerraron el año con un crecimiento del 68%, debido al aislamiento social y a los cambios en la pandemia de Covid-19.”
Una organización de análisis de mercado ampliamente citada, Fastmarkets RISI, confirmó un aumento en los precios del cartón. En el sudeste de Brasil, en julio de 2020 el costo de una tonelada de cartones usados era de 775 reales brasileños – alrededor de 137 dólares. Para mayo de 2021, este precio se duplicó con creces, llegando a R$ 1.950 – US$ 346.
“La pandemia del Covid-19 y el comercio electrónico disminuyeron la eficiencia del reciclaje de papel”, respondió por correo electrónico Hanna Zhao, economista de Fastmarkets RISI experta en fibra reciclada o papel recuperado. “Por lo tanto, las fábricas de empaques de papel brasileñas comenzaron a importar grandes cantidades de papel recuperado, principalmente de los Estados Unidos, para satisfacer su demanda de fibra, a finales de 2020.”
Las importaciones de residuos de papel también aumentaron en algunos otros grandes países productores de papel a lo largo de los dos años de la pandemia, según UN Comtrade. Entre enero y abril de 2021, las importaciones de este material a Canadá se multiplicaron unas noventa veces en comparación con el mismo periodo de 2019.
Un caso anterior
Si bien la pandemia exacerbó la necesidad de más residuo de papel, empresas de Brasil ya habían sido sancionadas en el pasado por importar papel contaminado de Estados Unidos. Una de ellas fue Smurfit Kappa. En 2020, las autoridades detuvieron sesenta y cinco de sus contenedores en el puerto de Rio Grande do Sul que transportaban 1,1 toneladas de residuos mezclados con papel que habían sido enviados desde Fort Lauderdale, Florida.
Los contenedores habían sido enviados por la empresa en Estados Unidos a su filial en Brasil. Las autoridades declararon que los residuos incluían “abundancia de varios tipos de plásticos, metales y cajas de materiales peligrosos y tóxicos”, entre ellos residuos hospitalarios, materiales de construcción, piezas de computador usadas y tóneres de impresora. La Universidad Federal de Río Grande analizó el material y determinó que era tóxico y probablemente peligroso.
El Ibama informó este viernes, 28 de enero, que “la carga tenía características comparables a los residuos sólidos domésticos, cuya importación está prohibida por el Convenio de Basilea, así como por otras normativas nacionales”.
La filial brasileña de Smurfit Kappa fue multada con cerca de 124.000 dólares. Sin embargo, el portavoz de la empresa se negó a comentar y respondió por correo electrónico que no tenía “ninguna información para compartir” .
El Ibama informó que “todos los contenedores incautados fueron devueltos al importador entre abril de 2020 y enero de 2021” y que la empresa “pasó por una audiencia de conciliación, y la multa fue pagada por el importador.” La conciliación tuvo lugar en noviembre de 2021 por un monto de R$ 321.400,58, unos 59.600 dólares al cambio de este viernes (28 de enero). Según el Ibama, “el proceso está cerrado”.
Nuevos destinos
Los ambientalistas temen que los cambios en el mercado de los materiales reciclables lleven las amenazas ambientales a nuevas fronteras, como ha ocurrido recientemente en el sudeste asiático.
En Indonesia, en los últimos años han surgido enormes vertederos al aire libre junto a fábricas de papel, al intensificarse los flujos de residuos de papel procedentes de países occidentales tras la prohibición en China de importar la mayoría de tipos de residuos en 2018. Los activistas locales denuncian la degradación ambiental atribuida a estos vertederos, incluida la contaminación de las vías fluviales y de los mariscos.
“El resultado del comercio transfronterizo de residuos es que, en el mejor de los casos, los residuos llegan limpios a su destino”, escribió en un correo electrónico Neil Tangri, director de ciencia y política de la Alianza Global para las Alternativas a la Incineración (GAIA). Sin embargo, “la limitada capacidad logística y de reciclaje de los países receptores no permite reciclar los residuos, que acaban siendo quemados, depositados en lugares no autorizados o en las fuentes de agua, con consecuencias para el medio ambiente y la salud pública”.
Este informe es una colaboración entre el equipo de investigación de UOL y Columbia Journalism Investigations, la unidad de investigación y reportería de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia.
** Con la colaboración de Luiz Fernando Toledo, de la Escuela de Periodismo de Columbia.