Por Guatemala transitan cada año miles de toneladas de cocaína rumbo a Estados Unidos, y en varias zonas fronterizas, el narcotráfico es la principal actividad económica.
Alguien desprevenido pensaría que esta actividad criminal, no podría tener relación alguna con religiones. En este país centroamericano existen, oficialmente, 3,200 iglesias evangélicas diferentes y muchas más de otras denominaciones; y algunas tienen múltiples sedes donde millones de feligreses van a orar.
No obstante, en la última década, al menos cuatro narcotraficantes reclamados por la justicia de Estados Unidos han tenido vínculos estrechos con pastores e iglesias evangélicas, o han sido ellos mismos pastores, según halló la investigación Paraísos de Dinero y Fé en alianza con Nómada, su socio en Guatemala.
Hacerse benefactores o líderes de una religión les ayudó a estos traficantes tener a las comunidades de su lado, hacerse a una fachada de bondad y espiritualidad y les tendió puentes con autoridades, políticos o empresarios, o incluso les facilitó convertirse en alcaldes o en empresarios exitosos. Incluso, ya con graves acusaciones encima, sus abogados apelaron a los testimonios de pastores para intentar conseguir clemencia de las cortes estadounidenses.
Esta investigación cuenta las historias de cuatro de estos personajes: ‘Erick Súñiga (‘Pocho’), Jorge René García (‘JR’), Noé Mazariegos (‘El Apóstol’), Juan Alberto Ortiz (‘Chamalé`) y los lazos que tejieron entre religión y crimen.
¿Les sirvieron sus iglesias protegidas a estos narcos para lavar dinero? No fueron investigados por esta causa así que es difícil de determinar.
En Guatemala las iglesias están sujetas a escasos controles. Hasta 2013, no estuvieron sometidas a controles anti-lavado y en la actualidad solo una mínima parte de ellas suministra información a la Intendencia de Verificación Especial (IVE), encargada de prevenir este delito.
Los ingresos de las iglesias pueden ser muy variables y dependen de donaciones. Por ello tanto a los bancos como a las autoridades de control les resulta complicado determinar si han incurrido en transacciones sospechosas.
El Hermano Jorge: exportador de melones, pastor y narco
El departamento guatemalteco de Zacapa ha sido el origen de grandes capos del crimen organizado. Pero ninguno como Jorge René García Noguera, un narco que vendía libros cristianos en Amazon..
La historia de cómo ‘’Pocho’’ fue alcalde 12 años, montó su iglesia, y extraditado por traficar
Ayutla, un pueblo guatemalteco en la frontera con México, fue gobernado casi 12 años por Erik Súñiga, un narcotraficante que utilizó la religión evangélica para cimentar su poder. Nadie pudo desplazarlo. Hasta que un día llegó la DEA.
El Hermano Juan y el Apóstol Noé: un narco y su mano derecha
Un líder cristiano evangélico del Pacífico guatemalteco, fundador de una red de iglesias, erigió un enorme templo en su pueblo. Al igual que otros pastores de la región, fue financiado y protegido por el narcotraficante ‘Chamalé’, quien también se declaró ferviente creyente hasta el final.
Paraísos de dinero y fe fue realizada en conjunto por Columbia Journalism Investigation, Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (México), Nómada (Guatemala), Canal 13 Noticias (Costa Rica), IDL-Reporteros (Perú), Infobae (Argentina), Agencia Publica (Brasil), Folha Sao Pablo (Brasil), La Diaria (Uruguay), El Tiempo (Colombia) y OCCRP (Europa), con el apoyo de la Seattle International Foundation.