Ilustraciones: Miguel Méndez. Fotografías: Antonio Gutiérrez/ Contracorriente
«Las grandes obras no son hechas con la fuerza, sino con la perseverancia», dijo el pastor René Peñalba en la inauguración de las nuevas y modernas instalaciones de la firma de materiales eléctricos Equipos Industriales S. A. en San Pedro Sula, Honduras, el 30 de septiembre de 2013. Según las fotos publicadas en las páginas sociales de la prensa hondureña, gran parte de la élite industrial del país acudió a la bendecida ceremonia, incluidos el ingeniero Fauzi Salomón Rishmawy Hode —quien había fundado la empresa 24 años antes—, su esposa y cofundadora, Julia Cristina Suárez, y sus hijos, Juan José y Alejandro Rishmawy, también socios del padre en otras empresas.
Pero, según un caso que la justicia hondureña abrió en 2020, el éxito de Equipos Industriales se debió a algo más que perseverancia. En julio de 2011, la empresa le suministró equipos hospitalarios al Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS) en un contrato de adjudicación directa, que, según la Fiscalía hondureña, estuvo pleno de irregularidades, entre ellas, invitación de proponentes en condiciones desiguales, aprobación de las compras sin apropiar el presupuesto correspondiente y anticipos del 50 % en lugar del 20 % como lo ordena la ley.
El IHSS pagó por los equipos 25,2 millones de lempiras (1,3 millones de dólares de la época, aproximadamente) y, de acuerdo con el cálculo del Ministerio Público, la empresa de Rishmawy Hode se quedó con una diferencia de 18,1 millones de lempiras (945,000 dólares). Es decir, si el IHSS hubiera comprado e instalado directamente esos equipos, al contribuyente hondureño le hubiera salido un 77 % más barato.
Según determinó el Ministerio Público en su acusación, Rishmawy actuó como «cómplice necesario» en este caso, uno de los tantos que conforman el desfalco millonario del IHSS. En este mismo proceso judicial figuran Mario Zelaya, quien ya fue condenado —–y está preso— como responsable de otros desfalcos a esta institución mientras estuvo bajo su mando. Los fiscales también argumentan que funcionarios del IHSS recibieron giros —indirectos o directos— de Equipos Industriales, mediante terceros o directamente en cheques, casi siempre con la firma de Rishmawy. Todo esto se realizó desde diversos bancos, a partir de julio de 2011 y hasta la entrega final de los equipos en enero de 2012, por un total de 2,825,000 lempiras (unos 147,519 dólares de entonces).
En el proceso la defensa ha argumentado que los cálculos de la Fiscalía son errados, que no hubo irregularidades y que se ha violado el debido proceso del cliente.
En la oficina principal de Equipos Industriales, en Tegucigalpa, Fauzi Rishmawy y su hijo Juan José Rishmawy atendieron a la petición de entrevista que realizó esta alianza periodística. «Nunca en mi vida había tenido yo problema de orden legal», dijo Fauzi Rishmawy, y agregó: «Tengo 45 años de trabajar arduamente, tengo mi patrimonio familiar sumamente limpio y esto me ha afectado de una manera terrible, caer en un bache de estos donde no tengo absolutamente nada que ver». Además, dijo que Equipos Industriales, la «empresa madre» de su familia sigue ganando las licitaciones públicas y que sigue siendo proveedor del Seguro Social, y además de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (EEH). Esta última, asegura el empresario, representa el 20 % de sus ventas anuales.
«Facturamos más de mil millones de lempiras al año y yo no me voy a ir a exponer por quince millones o por cinco o por diez millones. Hemos ganado y hemos perdido, pero hemos participado limpiamente», aseguró Rishmawy.
El caso se encuentra ahora en espera de que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia resuelva un recurso de amparo, por medio del cual la defensa pretende que se revoque el auto de formal procesamiento contra Rishmawy. El proceso está paralizado por una suspensión ordenada por el alto tribunal mientras emite una decisión final.
El equipo periodístico de Contracorriente en Honduras, junto con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), dentro de la colaboración mundial con el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ), en el proyecto Pandora Papers, encontró ahora que el 8 de febrero de 2018, Fauzi Rishmawy solicitó la creación de una sociedad offshore en Hong Kong llamada 3., como accionista único y beneficiario final.
Esta empresa, dicen los documentos de creación, operaría como proveedora de Equipos Industriales S. A. y fue constituida en Hong Kong, China, mediante los servicios offshore de la proveedora Overseas Management Company (OMC). En el formulario de solicitud de creación de la empresa, Rishmawy informó que la Global tendría un flujo de caja de entre 3 millones y 5 millones de dólares anuales, y que el valor de sus holdings anuales sería de 4 millones de dólares. Los solicitantes de la sociedad informaron que esta empresa podría operar en Asia, Europa y América, y que sus activos serían «cuentas por cobrar, inventario transitorio, compra-venta, etc.». Por último, dijeron que la sociedad tendría su propia cuenta en el Banco Ficohsa en Panamá.
Este y otros documentos que vinculan a Fauzi Rishmawy con sociedades offshore figuran en una filtración recibida por ICIJ de registros financieros confidenciales de catorce empresas proveedoras de servicios offshore, que crean y administran sociedades de papel y fideicomisos en paraísos fiscales alrededor del mundo.
Bautizados como los Pandora Papers, estos 11,9 millones de documentos datan entre 1996 y 2020, y están en inglés, español, chino, griego, ruso, entre otros idiomas. Los archivos, que fueron enviados a ICIJ por una fuente anónima en lotes separados a lo largo de varios meses, revelan conexiones con sociedades y negocios en más de 200 países y territorios. La colaboración de 615 periodistas y 150 medios de periodísticos hizo posible investigar cientos de ellos, simultáneamente en 117 países.
La tenedora y la proveedora
Sobre Global Trading, Juan José Rishmawy y su padre explicaron que está activa y fue creada para no comprar a intermediarios materiales necesarios para Equipos Industriales, ya que sus proveedores están en China: «La formamos en Hong Kong porque allá están nuestros proveedores asiáticos, vendemos en EE. UU. y Centroamérica”, dijo Juan José Rishmawy. «Nos preocupa esa narrativa que quieres llevar de ligar las estructuras offshore con el caso del IHSS: aquí tenemos escrito y todo cómo son estas estructuras. Ninguna tiene un contrato con el Estado, todas son tenedoras de acciones de algunas compañías. Otras como mencionas allí es proveedora de Equipos Industriales, pero no solo es proveedora de ella… Son estrategias que se han llevado a nivel de familia para manejar el patrimonio pensando en temas de herencias, no son un tema de evasión fiscal»
«El tema de por qué (Global) es proveedora de Equipos Industriales es por un proceso de regionalización», explicó Rishmawy (hijo) quien también mostró las declaraciones juradas que han hecho ante el Sistema de Administración de Rentas (SAR), en donde Global Electric está registrada como compañía relacionada a Equipos Industriales. Con esta compañía proveedora en Hong Kong explican los Rishmawy— han logrado mejorar los precios de materiales eléctricos y su empresa logra tener mejores condiciones comerciales.
Pero también podría haber otras explicaciones para ese tipo de acciones comerciales. El informe de 2017 publicado por una comisión especial de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, creada luego de la investigación periodística transfronteriza de los Panamá Papers del ICIJ para «identificar mecanismos o prácticas utilizadas para evadir tributos» mediante empresas offshore, arroja luces al respecto. Un uso común de estas empresas de papel en paraísos fiscales —señala el informe —, es que sirvan de proveedoras de bienes o servicios. Así, las empresas nacionales declaran el pago de servicios costosos realizados por estas empresas offshore y que pueden ser deducibles de impuestos, para pagar menos tributación al fisco. Los Rishmawy niegan, sin embargo, que hubiesen usado esta empresa para eludir impuestos.
Si las autoridades tributarias quieren verificar estos pagos de servicios —-dice el reporte de la Asamblea tica— no tienen cómo saber que los dueños son los mismos, pues las proveedoras están cubiertas por la secretividad que envuelve al mundo offshore.
Un mes antes de solicitar Global Trading, en octubre de 2018, Fauzi Rishmawy había solicitado la creación de JAI HK Capital Inc., también en Hong Kong, con el único propósito de «operar como tenedora de la Global Electric Trading». El mismo empresario también es el dueño del 100 % de las acciones de esta holding y su beneficiario final. Según la documentación para crear la empresa, la firma OMC le abriría al cliente una cuenta bancaria en Panamá para manejar las operaciones.
Al poner la Global Electric Trading bajo otra holding offshore, Rishmawy le añadió una capa adicional de confidencialidad. Por la creación de las dos empresas offshore, mediante transferencia de su cuenta bancaria en Panamá, Rishmawy giró a OMC en Florida la suma de 3190 dólares. «¿Es un beneficio eso? (las capas de confidencialidad), claro que lo es en un país tan inseguro como Honduras. Te beneficia la confidencialidad», dice Juan José Rishmawy sobre este caso. Es una respuesta que hasta el mismo ex presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, da cuando se trata de hablar de la creación de compañías offshore y la confidencialidad en estas: que Honduras es un país inseguro. (Ver Las desconocidas sociedades offshore de Pepe Lobo mientras era presidente de Honduras)
Según correos electrónicos entre funcionarios de OMC en Panamá, originalmente Juan José Rishmawy Suárez, hijo de Fauzi, iba a figurar como director de JAI HK Capital. Pero finalmente optaron por nombrar al hondureño Jorge Rafael Carrasco Escobar, de 41 años.
Junto con ICIJ enviamos un cuestionario a OMC para preguntarles qué proceso de debida diligencia hicieron al crear las sociedades JAI HK Capital y Global Electric Trading y la procedencia del dinero, entre otros detalles acerca de este caso. En una carta, esta compañía replicó que no puede responder ninguna pregunta sobre sus clientes por tratarse de información confidencial, pero subrayó que cumple con todas las leyes aplicables en las jurisdicciones donde opera. «OMC está comprometida con el cumplimiento y mantiene un sólido programa al respecto, que incluye políticas y procedimientos de debida diligencia», dijo en su respuesta.
Según el Registro Comercial de Hong Kong, las dos sociedades creadas respectivamente en enero y febrero de 2019, siguen vigentes hoy.
Carrasco, el hombre de confianza
El ingeniero Carrasco también fue mencionado en el caso del IHSS.
El IHSS invitó a varios proponentes al proceso de adjudicación de un contrato directo para proveer cuatro calderas y otros equipos eléctricos al Hospital de Especialidades en Tegucigalpa y al Hospital Regional del Norte de San Pedro Sula. Uno de los invitados fue Comercial Carrasco S. A. de C. V.
Según el registro mercantil hondureño, esta empresa fue constituida el 2 de marzo de 2009, ante el notario Roberto Pacheco Reyes, por Jorge Rafael Carrasco Escobar y su hijo Jorge Rafael Carrasco Núñez. Lo que llamó la atención de los investigadores judiciales fue que esta empresa se hubiera presentado como competidora de Equipos Industriales, cuando el mismo Jorge Rafael Carrasco Escobar, secretario de la directiva de Comercial Carrasco, era a su vez empleado de Equipos Industriales.
En un memorando, el inspector del IHSS certificó que Carrasco Escobar había cotizado a esta entidad como empleado del patrono Equipos Industriales desde el 1 de junio de 2000 y que el 25 de octubre de 2018 seguía haciéndolo. Queda así claro cuán cercano era Jorge Rafael Carrasco a Fauzi Rishmawy y a su empresa. Tanto que este último lo puso como director de su offshore en Hong Kong.
Pero para Fauzi Rishmawy esto no debe verse sospechoso. «Jorge Carrasco es un ejecutivo de Equipos Industriales, la mamá tiene 41 años de trabajar conmigo y la hermana trabaja en la parte financiera. La familia Carrasco es como una familia adoptada. De Equipos Industriales han salido tres empresas de ingenieros que han trabajado y que salen y, aún estando en Equipos Industriales, les damos la opción de crear su propia empresa. Me beneficia porque ellos compran materiales en Equipos Industriales», aclara.
Con relación al proceso contra Rishmawy por el presunto fraude al IHSS en diciembre de 2020, un juez anticorrupción dictó auto de formal procesamiento en su contra. Esto significa que el juzgado consideró que el Ministerio Público aportó suficiente evidencia probatoria de la existencia del delito tal como lo exige el artículo 92 de la Constitución hondureña. También determinó que hay «indicios racionales» de su posible participación en el delito. Esta resolución fue confirmada por la Corte de Apelaciones del Circuito Anticorrupción.
Sin embargo, pocos días después esa decisión judicial fue suspendida tras un recurso de amparo por parte de su defensa. Mientras tanto, la Corte Suprema de Justicia, a través de la Sala de lo Constitucional, no se pronuncie, el proceso penal no puede continuar. Han pasado varios meses desde esa suspensión y la Corte sigue sin dar una sentencia que determine si Rishmawy continuará en el proceso o si, por el contrario, su proceso se cierra.
Otra empresa en paraíso fiscal compartida con un banquero
Mientras que Rishmawy recibía los pagos por los equipos que le vendió al IHSS y que según el Ministerio Público le dejaron ganancias extraordinarias, en diciembre de 2011, otra empresa offshore domiciliada en Panamá —-llamada Bolwell Overseas S. A.— abrió una cuenta en el Banco Ficohsa de Panamá, con las firmas autorizadas de Fauzi Rishmawy y Juan Carlos Atala Faraj. Este banco es 100 % una subisidiaria del Grupo Financiero Ficohsa, que tiene su sede en Panamá.
En los formularios del banco, los directivos de Bolwell Overseas S. A., constituida el 3 de octubre de 2011, consignaron que esta tendría ingresos por 70,000 dólares mensuales y egresos por 36,000 dólares. Como presidente, secretaria y tesorero de la empresa aparecen Edgardo Díaz, Gina Martínez y Fernando Gil, las mismas personas que suelen figurar en tales capacidades en cientos de otras empresas que, como esta, han sido constituidas con el apoyo de otra proveedora de empresas offshore con sede en Panamá, llamada Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal).
Los documentos del archivo de Alcogal analizados por esta alianza periodística, dentro del proyecto Pandora Papers, revelan que las dueñas de Bolwell Overseas son otras dos empresas offshore: Bamoore International Inc. con 4000 acciones y Enrey Investments S. A. con 6000 acciones. Una certificación oficial posterior de Bamoore (de febrero de 2015), dice que las 10,000 acciones de la sociedad —a valor de un dólar por acción— son de Fauzi Rishmawy. Otra certificación similar constata que las 10,000 acciones de Enrey son de Inversiones del Pacífico S. A. de C. V, a su vez una firma ligada a la familia Atala. Como socios de Bolwell, es razonable que los dos, Rishmawy y Atala, tuvieran firma autorizada en la cuenta bancaria de la empresa de papel.
Según reportes del mismo Alcogal, luego de que Bolwell se atrasara en el servicio registral de 2017 (por 350 dólares), finalmente fue disuelta el 15 de junio de 2018. Marilyn Valdés de Alcogal pidió en un correo al diario El Siglo que publicara la disolución de la empresa, según ordena la ley panameña.
Juan José Rishmawy explica que «como Bamoore, son compañías tenedoras de acciones de otra compañía que se vino abajo que se llamaba Armasa y se dedicaba a temas de madera, que éramos socios de otros que tú mencionas allí una compañía que quebró y por eso se cerró».
Rishmawy (padre) agrega que el cliente principal de Armasa, la compañía hondureña de Bamoore y Bolwell se llamaba Ecosa y decidió retirar sus plantas de Honduras por «problemas fiscales», refiriéndose a que las condiciones en este país no eran favorables y que esta compañía transnacional decidió poner sus plantas en Costa Rica y México.
Armasa era una empresa vieja, según cuenta Rishmawy (padre), y agrega que el negocio de la madera se volvió muy inseguro en Honduras y un incidente en su planta los hizo tomar la decisión de no continuar en él. «Esa fue la razón de Bamoore y Enrey y de allí, ellas hicieron una sociedad que tenía las acciones de Armasa. Éramos socios no con Ficohsa, sino con Inversiones del Pacífico que es de la familia Atala, socios mayoritarios de Ficohsa, pero esto no era con el banco sino con la familia», explica y enfatiza que ninguna de estas empresas tiene relación con ventas al Estado de Honduras.
Para los Rishmawy, las sociedades offshore han sido satanizadas: «Si fueran ilegales, no existieran», dijo el empresario de Equipos Industriales. «Mucha gente las ha mal utilizado, muchos políticos para esconderse. El 74 % de las compañías que están en el Fortune 500 —las compañías más grandes del mundo— están radicadas en Delaware, que es un paraíso fiscal. No es pecado».
En entrevista con este equipo periodístico el 1 de octubre pasado, Mario Bustillo, vicepresidente de Relaciones Institucionales del Grupo Financiero Ficohsa, explicó que estos negocios no tienen que ver con el Grupo, y que la familia Atala Faraj tienen otras inversiones y negocios por fuera de este que él no conoce, y por tanto no puede hablar al respecto.
La fortuna de los Rishmawy
En enero de 2012, según el informe preliminar de auditoría forense, presentado por una analista financiera de la fiscalía en el proceso, Rishmawy obtuvo el último pago por las calderas que le vendió al IHSS.
Dos meses después, en marzo, Inversiones Inmobiliarias JAI S. A. de C. V., una empresa hondureña de la cual Fauzi Rishmawy tiene 249 acciones y su esposa Julia Cristina una acción, compró tres locales en el segundo piso del Centro Comercial Novacentro en la capital hondureña. Copia de esta escritura y el detalle de esta compra por 531,960 dólares, figuran en la documentación del Ministerio Público del caso.
Este ente también incluyó en el proceso, la escritura de compra de la empresa Inversiones Inmobiliarias JAI S. A. de C. V., en septiembre de 2017 de ocho oficinas en el Condominio Centro Morazán en el barrio San Felipe de la capital hondureña por 16,347,399 lempiras (poco más de 697,000 dólares de la época).
Sobre las compras de bienes en Novacentro y Centro Morazán, explicaron los Rishmawy —en la entrevista— que Equipos Industriales fue proveedora de las empresas constructoras de estos edificios y que los locales fueron un porcentaje del pago por esos negocios.
Entre una compra y otra, en 2014, Equipos Industriales también constituyó una nueva holding, esta con sede en Honduras, llamada Equinsa Energy Holdings S. A. de C. V, con un capital nominal de medio millón de lempiras. Los fundadores fueron: Fauzi Rishmawy como representante de Equipos Industriales; sus hijos Juan José, Alejandro e Isabela Rishmawy Suárez, el primero como representante de Novus Holdings S. A. de C. V.; el segundo representando a Sigmar Holdings S. A., también de capital variable; y la tercera a nombre propio. El comisario de Equinsa Energy es el hombre de toda su confianza: Jorge Rafael Carrasco Escobar.
Explicó Fauzi Rishmawy que Novus y Sigmar son dos empresas registradas en Honduras que son las dueñas de Equinsa Energy, una empresa de instalación de paneles solares.
«Ya voy a cumplir 70 años, yo tengo que dejar sucesión en las empresas y ¿con quién me voy a asociar?, ¿me voy a asociar con extraños o con mi familia?», dijo Rishmawy.
La expansión a Estados Unidos
Esta investigación pudo constatar además que el 4 de septiembre de 2012, otra empresa con nombre similar, JAI Investments Ltd, compró por 900,000 dólares la suite A2109 en el 1865 de Brickell Avenue en Miami, según consta en el registro de propiedad del condado de Dade de Florida. Según los Rishmawy, JAI Investments Inc. es una empresa de ellos, también creada en Estados Unidos.
En esa suite en Brickell Avenue funciona hoy la empresa Gold Sails Investment Corp., registrada en Florida en mayo de 2016, y cuyos gerentes son Alejandro Rishmawy y Juan José Rishmawy, hijos de Fauzi.
En noviembre de 2016, con Juan José y Alejandro como gerentes, fue creada en Miami, Equipos Industriales LLC, una empresa de responsabilidad limitada, con oficina en el barrio de Coral Gables, en el número 999 del bulevar Ponce de León. Según el registro del condado de Dade en Florida, esta oficina no es de propiedad de los Rishmawy.
«Estás mencionando compañías de mis hijos en Estados Unidos. Ellos son ciudadanos americanos. Son LLC, esa información es pública, son compañías que declaran impuestos», dijo Fauzi Rishmawy, explicando el origen de estas sociedades. Su hijo Juan José agregó: «tenemos derecho a tener compañías si son LLC completamente públicas, tanto Gold Sails como JAI tributan en Estados Unidos. Allá no se puede jugar con las tributaciones: o tributas o te ponen multa y vas preso».
Los contratos siguieron fluyendo a pesar de todo…
El contrato de Equipos Industriales con el IHSS que llevó hoy a Rishmawy a enfrentar, según él, su primer lío legal, no ha sido el único que tuvo esta empresa con el IHSS, ni con el Estado hondureño.
En el registro de compras públicas Honducompras, Equipos Industriales S. A. de C. V. figura con 41 contratos entre 2016 y 2021, que suman 15.5 millones de lempiras en compras menores. En febrero de 2019 firmó otro contrato por casi 6 millones de lempiras (140,000 dólares) con el mismo IHSS. Aún después de la acusación por presunto fraude contra Rishmawy en diciembre pasado, Equipos subscribió un contrato con la Alcaldía de San Francisco de Yojoa, en el departamento de Cortés, en enero de este año. Además, también es proveedor de la Empresa de Energía de Honduras (EEH).
No es ilegal crear compañías en paraísos fiscales, ni manejar cuentas bancarias a través de un proveedor de servicios offshore como OMC o Alcogal. Tampoco lo es crear compañías en Florida. De todos modos, alguien con una acusación tan grave de fraude al Estado en un contrato, como la que enfrenta el empresario Fauzi Rishmawy, despierta muchas preguntas.
«El Estado no llega ni al 5 % de mis ventas, máximo 10 %», aseguró el empresario. «EEH sí es el cliente más importante para Equipos Industriales, casi el 20 % del volumen de ventas anuales. Ve donde ellos y pregúntales por qué me compran, por cara bonita no es», explicó, y aseguró que el caso del IHSS —en el que lo han involucrado— ha sido manejado políticamente y no desde la óptica de la justicia.
«Para que hayan suspendido el acto es porque la Fiscalía no tiene nada. Están buscando casos donde no hay: el caso del IHSS está caliente y va a seguir caliente los próximos años y entre más escarban más van a encontrar. A veces sirve como distractivo de otras cosas más grandes», expresó Rishmawy. Por otro lado, no entró en más detalles sobre su caso judicial, porque —como le había advertido a esta alianza periodística días antes su abogada defensora Ritza Antunez— el recurso de amparo sigue pendiente de resolución y no puede ahondar sobre el tema.
El caso del IHSS sacó a miles de personas a protestar a las calles, en el Movimiento de Indignados que en Guatemala y Honduras provocó un terremoto político. En Honduras la ciudadanía exigió la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández porque varios cheques del desfalco que alcanzó los 300 millones de dólares llegaron a las cuentas de su campaña electoral de 2013. También la gente exigió una comisión internacional de investigación como la Cicig en Guatemala, tras lo cual en 2015 se instaló la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih) que el propio Gobierno de Hernández desmanteló en 2019.
Rishmawy dice que está esperando la resolución de su caso ante la justicia para probar su inocencia.
Esta investigación periodística fue realizada por Contracorriente y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) en el marco del proyecto Pandora Papers del International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ).