A pesar del gran poder tecnológico que tienen, las grandes plataformas digitales no consiguen controlar del todo las tretas que el mercadeo político desinformador se ingenia para burlar sus normas y seguir influyendo. En esta tercera tanda de historias de Mercenarios Digitales, los aliados periodísticos documentaron ejemplos reveladores.
El escándalo de Cambridge Analytica reveló que esta empresa había extraído datos de millones de usuarios de Facebook que luego fueron utilizados, por una red de compañías asociadas a esta consultora, para disparar mensajes políticos microdirigidos con propaganda y desinformación. Steve Bannon fue el vicepresidente de Cambridge Analytica y luego se fue de asesor de campaña de Donald Trump. Ejecutivos de esta empresa presumieron, sin saber que estaban siendo grabados, que ellos y sus socios habían trabajado en más de 200 elecciones internacionales, incluidas Argentina, Nigeria, Kenia y República Checa, entre muchas otras.
Luego se constató que hubo redes de desinformación en las elecciones de Estados Unidos en 2016 y en 2020 conectadas con el gobierno ruso, según varias investigaciones. Al fin y al cabo ese gobierno fue pionero en el arte de desinformar a sus propios ciudadanos desde 2010.
Meta (dueña de Facebook, Instagram y Whatsapp), Twitter y Google quedaron bajo la lupa y sus manejos de datos o las lógicas de sus algoritmos que empujan a la polarización fueron debatidos por autoridades legislativas en Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea. El público estaba preocupado por los efectos de las campañas desinformadoras sobre la salud de las democracias.
Con la presión, los gigantes digitales mejoraron sus controles para eliminar de sus redes y buscadores a quienes violaran sus normas, usando perfiles fraudulentos o creando grupos o páginas como táctica de propaganda y desinformación. Estos esfuerzos, sin embargo, no parecen suficientes.
Esta alianza periodística encontró varios ejemplos de ello: Cuentas en redes sociales en Nicaragua que resucitaron después de que Meta las eliminara; cerca de la mitad de la publicidad política que aceptó Facebook en Perú en cuatro años la copó un solo partido y sus candidatos, varios investigados por la justicia y uno de ellos condenado por asesinar a un periodista; políticos y criminales que consiguen que Google les esconda sus pasados escandalosos, pagándoles a empresas que engañan al algoritmo alegando una supuesta violación de derechos de autor; y en Estados Unidos Meta solo consiguió dar de baja a una parte de las redes de desinformación a favor del Partido Republicano y la familia Bolsonaro.
Quienes hicieron posible esta investigación
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Coordinación general e investigación: Pablo Medina y José Luis Peñarredonda
Edición general: María Teresa Ronderos
Asesoría editorial: Giannina Segnini
Edición e investigación: Juliana Dal Piva, Ángela Cantador, Iván Ruiz y Ernesto Rivera
Gerencia: Emiliana García
Producción general: Luisa Fernanda López Arias
Tecnología y seguridad digital: Rigoberto Carvajal, Sairo Alemán, Armando mora y Jair Robelo
Audiencias y redes Sociales: José Luis Peñarredonda, Martha Irene Sánchez y Mayra Báez
Desarrollo web: Diego Arce
Linea gráfica e ilustraciones: Miguel Méndez
Realización de video: Luis Gabriel Morales
Animaciones: Conejo Blanco!!
Traducción: Matías Godoy
Los Aliados
Animal Político: Siboney Flores y Arturo Daen – México
Cazadores de Fake News: Adrián González Héctor Mazzarri y Kárlah Acosta – Venezuela
Contracorriente: Celia Pousset, Aldo Salgado y Jennifer Avila – Honduras
Cuestión Pública: Andrea Rincón, Valeria Báez, Camilo Vallejo Giraldo, LauraSofía Polanco, Heidy González, Sergio Retavisca y Natalia Gómez – Colombia
Confidencial – Nicaragua
ColombiaCheck: Alexander Campos – Colombia
CRHoy – Jimena Soto, Johel Solano, Erick Carvajal – Costa Rica
Chequeado: Manuel Tarricone y Martín Slipczuk – Argentina
DFRLab – EEUU
Factchequeado: Carjuan Cruz – EEUU
El Surti: Maximiliano Manzoni y Juliana Quintana – Paraguay
Fundación Karisma – Colombia
GK: Isabela Ponce y Susana Roa Chejín – Ecuador
Interferencia: Hulda Miranda y David Bolaños – Costa Rica
Interpreta Lab – Chile
LaBot: Francisca Skoknic e Ignacia Velasco – Chile
Laboratorio Ciudadano: Aldo Salgado y Nincy Perdomo – Honduras
La Diaria: Javier Revetria y Leandro Fernández – Uruguay
Lado B: Ernesto Rivera y Diego Bonilla – Costa Rica
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad: Eduardo Buendía y Emiliano Fernández – México
Ocote: José David López Vicente (investigación y texto) Carmen Quintela Babío (edición) y Óscar Donado (ilustración) – Guatemala
OjoPúblico: Gianfranco Huamán, Aramis Castro, Delsy Loyola y Nelly Luna Amancio (edición) – Perú
Agência Pública: Laura Scofield, Alice Maciel y Natalia Viana (edicion) – Brasil
República 18: José Cardoza – Nicaragua
UOL: Juliana Dal Piva, Gabriela Varella, Naomi Matsui, Leonardo Martins, Lúcia Valentim Rodrigues (Edición) – Brasil
Colombia: Ares Biescas
Bolivia: Carolina Méndez y Sabrina Lanza
Con apoyo financiero de Free Press Unlimited, el programa Redes contra el silencio (ASDI), Seattle International Foundation y Rockefeller Brothers Foundation