Si el 2020 hubiese sido un año normal, sin una pandemia de por medio, probablemente junio habría sido el segundo mes con más muertes registradas en Costa Rica, superado solo por diciembre.
Si hubiese sido un año típico, además, entre agosto y diciembre la cantidad de muertes habría sido 19% menos de las 12.418 que finalmente se registraron en esos cinco meses.
Pero el 2020 estuvo lejos de ser un año normal. La llegada de la enfermedad COVID-19 a Costa Rica y al mundo modificó la dinámica de la vida cotidiana y, también, de los fallecimientos.
Esa enfermedad, que se instaló en el país en marzo del año pasado, sumó hasta diciembre 2.185 decesos. Sin embargo, las fuertes restricciones de movilidad ordenadas por las autoridades para evitar contagios durante los primeros meses de la pandemia también tuvieron su efecto.
Un análisis elaborado por el científico de datos, Rigoberto Carvajal, del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), en colaboración para Interferencia de Radioemisoras UCR, concluye que la época de restricciones evitó un destino fatal para unas 700 personas.
No obstante, al final del año el saldo fue mortal: se dieron 1.510 fallecimientos por encima de los proyectados para el 2020.
Ese es el resultado de comparar los decesos ocurridos en ese periodo con los que se habrían dado si el año hubiese tenido condiciones típicas.
Para realizar las proyecciones sobre cuántas muertes se esperaban en Costa Rica el investigador aplicó el algoritmo Holt-Winters, el cual permite realizar pronósticos considerando la estacionalidad, es decir, no es lo mismo la cantidad de muertes que se esperaban para marzo, que la proyectada para diciembre, por ejemplo, debido a las características de movilidad de las personas en cada época.
Según Carvajal, no es justa una comparación de las muertes de este periodo con el promedio de muertes de periodos anteriores o simplemente con el valor del periodo anterior, ya que estos datos podrían quedar muy por debajo del valor final, pues está claro que la tendencia de muertes por año aumenta año con año y es muy probable que se mantenga así por un tiempo más.
El análisis se elaboró con una base de datos de defunciones de los últimos cinco años, proporcionada por el Registro Civil del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), a solicitud de Interferencia. En enero de este año, la primera información que entregó el TSE contenía un subregistro de 1.221 muertes para el 2020. Algunos medios de comunicación replicaron estos datos.
En febrero, este medio solicitó al Registro Civil la revisión de los datos. El archivo final entregado muestra un total de 26.094 muertes ocurridas entre enero y diciembre del 2020. (VEA NOTA: TSE rectifica cifra de fallecimientos del 2020).
Para el análisis se excluyeron 25 registros de los cuales se desconoce la fecha exacta de muertes, pues se trató, por ejemplo, de cuerpos encontrados posterior al fallecimiento.
La proyección elaborada por Carvajal es que si el 2020 se hubiese comportado según las predicciones, se habrían registrado 24.584 decesos.
En total, en el 2020 se dieron 26.094 muertes en el país, que representan 7% más de las ocurridas un año antes. También son 6% más de las que se pronosticaban para ese año, según el análisis de Carvajal.
En los últimos cinco años, los decesos en el país han tenido una tendencia hacia la alza, aunque principalmente con aumentos anuales de 2%. El crecimiento del año anterior con respecto al 2019 solo se asemeja al del 2016 con respecto al 2015, cuando fue de 7,5%.
El paso de la COVID-19 y las muertes
En un año de comportamiento típico, junio hubiese sido el segundo mes con mayor cantidad de decesos en el país.
No obstante, en aquel momento de mediados de año la pandemia apenas tenía unos cuatro meses instalada en el país y el discurso predominante de las autoridades era: “Quedate en casa”. Pocos contagios mantenían en vilo a la población que intentaba resguardarse y se aplicaban restricciones a comercios y movilidad vehicular.
Ese mes terminó con una reducción de 14% en la cifra de fallecimientos en comparación con el pronóstico del análisis elaborado por Carvajal.
De hecho, abril, mayo y junio son los periodos con más reducción de muertes con respecto a las que se proyectaban; a excepción de enero donde la diferencia fue de 10 fallecimientos menos y todavía no había llegado la pandemia. En esos tres meses pudieron haber ocurrido 714 decesos más de los que se registraron.
Por otro lado, si el 2020 hubiese sido un año típico, diciembre, junio y enero (en ese orden) serían los tres meses con más muertes ocurridas, de acuerdo con la estimación de Carvajal.
No obstante, en el año de la pandemia el pico de decesos inició en agosto y se mantuvo hasta diciembre.
Ese incremento coincide con el momento en que empezaron a aumentar las muertes por COVID-19 en Costa Rica y también, con el momento en que la situación económica de comercios y personas impidió seguir aplicando con la misma severidad el “Quedate en casa”.
A partir de julio la pandemia empezó a desbordarse en Costa Rica. Mientras el Ministerio de Salud perdía el rastro de los contagios, la cantidad de fallecimientos aumentó y con ello, la cifra de muertes.
En los meses entre agosto y diciembre, las muertes en exceso con respecto a la proyección coincide en buena medida con la cifra de fallecimientos relacionados con COVID-19.
En esos cinco meses se dieron 1.996 muertes por encima de las que se tenían proyectadas (19%). De acuerdo con los datos de Salud, en ese periodo ocurrieron 2.035 muertes relacionadas con COVID-19.
Mientras, en el total de meses anteriores más bien se había dado una ligera disminución (3,5%) del total de fallecimientos proyectados. Hasta finales de julio, solo había 150 decesos relacionados con COVID-19.
Otro tipo de muertes
Si bien para el año pasado se esperaban 1.510 muertes menos de las que finalmente ocurrieron, la cantidad de personas fallecidas por COVID-19 fue superior: 2.185 personas. Esta diferencia puede explicarse, en parte, por disminuciones en otras causas de muertes. No obstante, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec) -el cual registra este tipo de estadísticas-, indicó a Interferencia que solo se contaba con los datos de la primera mitad del año, por lo cual de momento no es posible conocer el comportamiento de fallecimientos por enfermedades.
En accidentes de tránsito el 2020 reportó una disminución de 31% con respecto al año anterior. Las autoridades de tránsito lo atribuyeron a las restricciones vehiculares debido a la emergencia sanitaria. En cambio, a pesar de las limitaciones de movilidad durante el año, en el 2020 hubo cinco homicidios más que un año antes.
TSE rectifica cifra de fallecimientos del 2020
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) rectificó la cifra total de fallecimientos ocurridos durante el 2020 y aclaró que se dieron en total 26.119 muertes, es decir, 3.000 más de las que había informado previamente.
Entre el año pasado y mediados de enero de este año, Interferencia solicitó mes a mes el archivo maestro de defunciones, el cual administra el TSE.
Un análisis propio de esa base de datos indicaba que hasta el 31 de diciembre habían ocurrido 24.873 fallecimientos.
Sin embargo, el TSE había entregado a otros medios una estadística general que reportaba 23.056 muertes el año pasado. Con esos datos, los medios reportaron que, a pesar de la pandemia, en el 2020 se dieron menos muertes que un año antes.
Por esto, a inicios de febrero este medio solicitó al TSE la verificación de los datos.
Luis Guillermo Chinchilla, Oficial Mayor Civil del TSE, indicó a Interferencia que ambas cifras eran erróneas.
El funcionario lo atribuyó a que algunas muertes ocurridas en diciembre se registraron en enero. También admitió un “error humano” en el traslado de los datos.
Chinchilla indicó a este medio que estaban trabajando en actualizar la base de datos, la cual finalmente fue entregada corregida a inicios de marzo.
***
Créditos de diseño: Natalia Barquero.
Visualización: Rigoberto Carvajal.